Análisis. Javier Milei, piloto de sus propias tormentasPor Luciana Vázquez
Cuando parece que la gestión del Gobierno bordea el abismo, un cambio de timón salva a la administración mileísta: toda una novedad en la lógica política. En los primeros diez meses, el presidente Javier Milei no deja de crear sus propias tormentas, a veces calculadas y a veces autoinflingidas. El Gobierno pierde imagen positiva, es cierto, pero surfea crisis que dejaron malheridos a otros presidentes. Ahí está Mauricio Macri como parámetro: el veto jubilatorio de Milei fue una escalada inédita en el nivel de vacas sagradas sacrificadas en el altar mileísta.